jueves, 29 de septiembre de 2011

La Belle Barcelone

Con este primer texto os doy la bienvenida al que pretende ser un punto de encuentro y opinión de todo amante del arte y las exposiciones. ¡Bienvenidos/as!

Empezamos en Barcelona, donde CaixaForum acoge (hasta el próximo 9 de octubre) la fantástica exposición Retratos de la Belle Époque. Merece la pena visitar esta muestra por dos motivos:
  1. Para ver una exposición monotemática de Sorollas, Munchs, Ramons Casas, Sargents, Manets o Toulousses.
  2. Porque siempre es buen momento para acercarse a Casaramona (sede del CaixaForum barcelonés) y disfrutar de la antigua fábrica modernista levantada por Puig i Cadafalch.
Centrémonos en la exposición.

Reza la presentación hecha por CaixaForum que Belle Époque "es una expresión que designa las últimas décadas del siglo XIX y primeras del XX. Un periodo de intenso crecimiento económico, enmarcado por la guerra franco-prusiana y la Primera Guerra Mundial". Pero, ¿podemos definir ese momento histórico como un mero auge económico?

Es innegable que hubo un gran crecimiento social en distintos ámbitos y que se afianzaron muchas de las familias que en el 29 lo perderían todo, pero la Belle Époque fue, sobre todo, un estilo de vida. Un estilo de vida marcado por un positivismo y una alegría que borraron la negatividad y el pesimismo que habían traído los últimos conflictos finiseculares. Ello, como no podía ser menos, se vio reflejado en el arte. Las grandes familias industriales se convirtieron en la "nueva nobleza" y quisieron ser retratados por los mejores artistas del momento. Como resultado, han llegado a nuestros días centenares de cuadros que reflejan la moda de una época en que la mujer aligeró su indumentaria y recogió su melena en moños chignon decorados con broches, diademas y flores.


En conjunto podemos ver obras de Anders Zorn, Édouard Manet, Ramon Casas, Edvard Munch, Pierre Bonnard, Édouard Vuillard, Hermen Anglada Camarasa, Max Oppenheimer, Oskar Kokoschka, Egon Schiele, Max Pechstein y Ernst L. Kirchner, que forman, junto a Giovanni Boldini, John Singer Sargent, Joaquim Sorolla, Valentín A. Serov y Henri de Toulouse-Lautrec.

La exposición está articulada en nueve temas: Autorretratos, El Retrato de sociedad, Temperamento y carácter, Retratos de grupo, Ambientes y conversaciones, Retratos en plein air, Toulouse-Lautrec, El retrato como símbolo y La crisis. Con ello se pretenden contextualizar las diferentes atmósferas de la época y dar una idea global de la psicología del momento. No obstante, la distribución de las salas es un poco extraña y laberíntica y la iluminación es bastante insuficiente. Aunque esto no resta mérito a la excelente colección que podemos ver en la Ciudad Condal.
Retratos de la Belle Époque aborda distintos aspectos del retrato recorriendo tres generaciones distintas de pintores. Se empieza por la pintura fresca y triunfal del inicio de la Belle Époque y se termina con la inquietud del expresionismo de los años finales. En cuanto al centenar de obras que están en Barcelona, proceden de casi cuarenta museos de todo el mundo y de colecciones privadas. Solo como apunte, cabe destacar que incluso el rey Juan Carlos ha prestado un Sorolla de su colección particular en el que aparece retratado Alfonso XIII.

En definitiva, CaixaForum presenta, una vez más, una exposición única y de incalculable valor tanto artístico como documental.

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